lunes, 18 de julio de 2011

TRAS UNA TRISTEZA



TRAS UNA TRISTEZA

Era una tarde calida de 1990 en el municipio de Barrancabermeja ubicado en el departamento de Santander, donde se encuentra la sede de refinería de petróleo mas grande del país. Mis padres se encontraban en este lugar por circunstancias de trabajo.
La decisión de poner mi nombre se encontraba en manos de mi madre, ya que mi padre dijo: Yo, pongo el nombre si es niño, pero si es mujer lo podes tu, es decir mi madre.

Mi mama antes de quedar embarazada de mi, tuvo cierta dificultada para ser fecundada, ella tiempo atrás , ya había quedado embaraza, pero al mes y medio ella aborto naturalmente. Fue una situación muy triste, pues una de sus grandes ilusiones era tener hijos, pero intento, intento meses, y nada que podía quedar embarazada.

Mi madre cuenta que ella lo que hizo fue rezarle a la virgen María para poder cumplir su ilusión, y así fue, al mes mi madre quedo fecundada, lo cual fue una alegría muy grande, hasta que supo que era mujer, ya que ella, quería como hijo mayor que fuera hombre.

Entonces, como ya lo habían decidido mis padres, mi mama me coloco el nombre, María por la virgen María quien le cedió a mi mama tener otro hijo,  y el segundo nombre en realidad era Paulo porque le encantaba, pero como fui mujer se cambio por Paula. Decidió la unión de los dos nombres porque sonaba “original”, María Paula.

Pero resulta que al año mi mama se dio cuenta que la mayoría de niñas se llamaban María Paula, por lo que solo resulto ser original en el municipio de Barrancabermeja.

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